miércoles, 4 de junio de 2008

El Blog de Mariana

Fueron sólo unos segundos, un minuto quizá pero es algo que nunca se me podrá olvidar. Ella lloraba mientras la limpiaban y yo hacía lo posible por aguantarme y no unirme al llanto. Estaba en shock. Ella me miraba y seguía llorando y yo sin saber que hacer.
De pronto unos doctores se la llevaron. Yo salí atrás de ellos y me dijeron que esperara, que un especialista hablaría conmigo. Me senté afuera del quirófano a esperar y al poco rato me dijeron lo que ya sabía. Mi hija tenía que ser operada de su gastrosquisis, un defecto que se presenta en uno de cada 5 mil bebes y que palabras mÁs, palabras menos significa que su pared abdominal no cerró del todo y sus Órganos están expuestos.
No había mucho que pensar.
Después de esa primera operación vino otra más en menos de una semana, en la que por si fuera poco me despidieron del empleo. Era el menor de mis apuros. Al menos así podría acompañar a Katy en el hospital para ver a la bebé.
En total fueron 40 y tantos días en los que religiosamente íbamos a las dos visitas diarias permitidas. Mariana tal vez no nos veía, pero sin duda nos oía. A veces más, cuando le ponía música de la Z en el radio de la enfermera.
Katy lloraba a veces y yo la consolaba. Otros días era al revés...
Mariana iba creciendo conforme pasaban los días, pero su intestino seguía sin moverse. Tenía varios tubitos en sus manos, pies y boquita. Se quejaba poco... como ahora.
En mi cumpleaños (5 de julio) se dio tiempo de darme el único regalo con el que he llorado en mi vida, al menos desde que tengo memoria: El doctor nos dijo que ya había aceptado la leche (10 mililitros) y que si seguía así, en unos días más podría estar en la casa. Lloré un poco más.
Y así fue. Mariana salió del hospital y ya sólo ha vuelto para inyecciones de rutina. Gripes y diárreas han sido sus malestares más graves en dos años.
Mi miedo de que pudiera sufrir una recaída ha ido disminuyendo cada día, pero trato (o tratamos Katy y yo) de no bajar la guardia. Nos dijeron que después de tres años ya la habíamos librado. Hoy 4 de junio nos falta uno.
Mariana cumple dos años hoy de haber nacido y creo que yo también debo festejar porque siento que ese día yo volví a nacer.
FELICIDADES HIJA!!!!!!